Un juez falló una acción de tutela a favor de algunos ciudadanos que residen en Naranjal, donde actualmente se desarrollan las obras del plan parcial de este sector. En este, le ordena a la alcaldía de Medellín hacer visitas periódicas de control y acompañamiento para evitar la propagación de enfermedades y hacer actividades como jornadas de fumigación, inspección vigilancia y control constante a la formación de charcos que pueden propagar insectos y generar enfermedades graves y endémicas.
La decisión del juez está basada en un problema expresado por la comunidad por las condiciones de insalubridad de la zona, que aseguran es generado por la ejecución de las obras. Según Maribel Villa, presidenta del Comité por la Defensa de los Trabajadores de Naranjal y Arrabal, están reclamando unas condiciones dignas para la comunidad.
«Demolieron unos predios que todavía no han necesitado y dejan eso a campo libre, se llena de plagas, humedades, ellos con esa obra generan charcos y no han mitigado los impactos de salud, económicos ni de vivienda”, expresó la ciudadana.
Tras la tutela, a la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), que ejecuta las obras, el juez le ordenó, “con ocasión a la implementación del plan de manejo ambiental, que abarca el interior de la obra como el entorno de la misma, darle el manejo de aguas, residuos sólidos, líquidos y peligrosos, jornadas de fumigación contra plagas y roedores entre otras actividades tendientes a prevenir impactos ambientales que la obra puede generar”.
Sin embargo, Gloria González, subgerente de Operación Urbana e Inmobiliaria de la EDU, explicó que es importante aclarar que por las obras sí se generan situaciones por manejo de aguas y escombros, pero que otros aspectos como la proliferación de basuras, roedores e insectos se deben a otras actividades propias de la zona, como el reciclaje y labores de mecánica.
La funcionaria añadió que actualmente tienen vigente y en aplicación el plan de manejo ambiental, el cual nunca han suspendido y que, tal como lo dice el fallo de la tutela, lo seguirán implementando. “No se puede mezclar la insalubridad que generan las actividades propias por fuera del proyecto con las que son propias de las obras, las cuales forman parte de plan de manejo socioambiental que por normativa debemos mantener al día y aplicar constantemente”, manifestó González.
Por su parte, el diputado Luis Eduardo Peláez criticó que las personas que habitan el barrio Naranjal deban acudir a vías como acciones de tutela para que les limpien las calles y les fumiguen en el lugar donde se desarrolla el plan parcial.
No se puede mezclar la insalubridad que generan las actividades propias por fuera del proyecto con las que son propias de las obras
“Están prácticamente desplazando a los habitantes del barrio Naranjal para comprarles sus viviendas a un precio injusto y los que no han vendido las casas están haciendo estas actividades de aburrirlos, no les limpian las calles, está lleno de polvo, hay enfermedades como chikunguña por las aguas estancadas”, dijo.
Entre tanto, otra de las quejas de Villa es que algunas viviendas están sufriendo inundaciones por la situación mencionada y daños, como grietas, por las demoliciones en predios aledaños que hace la EDU. Al respecto, González aclaró que en la unidad de actuación urbanística número 3, que es en la que está ocurriendo la situación, ya han adquirido el 60 por ciento de los predios y que, incluso, hay algunos que ya son de su propiedad, pero siguen ocupados por ciudadanos. Añadió que en esta unidad hay en su mayoría locales en los que funcionaban principalmente negocios asociados al vehículo liviano.
La funcionaria dijo que la vivienda de la que se dice que sufre daños ya es propiedad de la EDU y que será demolida como requisito para desarrollar el proyecto.