Cursos de nivelación académica y no programas profesionales es lo que, por ahora, está ofreciendo la Institución Universitaria Digital de Antioquia, una de las principales propuestas para educación superior del departamento.
Carlos Darío Montoya, rector de la institución, indicó que hay 1.133 estudiantes matriculados en los cuatro cursos de Matemáticas, Biología, Habilidades Comunicativas y Química.
“Son programas gratuitos a los que accedieron personas de varias ciudades e incluso, residentes de otros países. El objetivo es que nivelen sus conocimientos básicos antes de continuar con la formación profesional”, añadió Montoya.
Este, junto al posible despilfarro de recursos públicos, ha sido uno de los focos de cuestionamientos por parte de diputados antioqueños al proyecto (que suma un año de retraso), pues lo que hoy se ofrece no corresponde con el proyecto planteado por la Gobernación. ¿Qué pasó entonces con la meta de formación profesional?
Montoya explicó que no se han abierto convocatorias para carreras ya que el Ministerio de Educación no ha otorgado el aval a ningún programa.
Según el funcionario, los trámites en la dependencia nacional son complejos y hoy el proceso más adelantado es el de Agronomía, que se aprobaría esta semana.
“Hay otros cuya validación va retrasada pero están radicados ante el Ministerio como lo son Administración Hotelera y Turística, Administración de Empresas, tecnología en Diseño de Desarrollo de Software y las especializaciones en Formulación de Proyectos, en Agricultura de Precisión y en Software avanzado, entre otros”, enumeró el rector.
Finalmente, agregó el funcionario, están en el diseño curricular de los programas de Psicología y Administración en seguridad en el trabajo.
Lo que ha costado
Montoya comentó que a la fecha se han invertido 2.000 millones de pesos en la elaboración de programas y pago a personal técnico. “Contamos con un equipo de 15 profesionales que se han encargado de crear contenido para al menos 25 programas”, puntualizó.
Sin embargo, para el diputado Luis Peláez, el monto real invertido asciende al doble de lo mencionado por el funcionario.
“La I. U. Digital tiene un contrato por 2.000 millones de pesos con Valor +, entidad pública encargada de la creación de contenidos de los programas (que a su vez subcontrata a privados) más los 150 millones de pesos mensuales por tema de nómina, sin contar los recursos gastados en papelería”, contó el diputado.
A eso se le suma, añadió Peláez, que está utilizando una plataforma paga y no gratuita -como la que usa la U. de A.-, aunque fue una de las recomendaciones desde la Asamblea departamental.
Montoya defendió el uso de la plataforma argumentando que esta, desde que se han ofertados los cursos cortos, no ha tenido inconvenientes y ha respondido bien a los requerimientos de la institución.
Peláez reitera que, desde un comienzo, el plan de trabajo debió haber sido invertir los mismos recursos en fortalecer los programas virtuales que ya tenían instituciones como la Universidad de Antioquia y el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y garantizar su oferta en las subregiones.
“O, si querían contar con una institución propia, se debió planear mejor desde un comienzo: creando pocos módulos y programas como lo han hecho instituciones ya consolidadas en la región”, puntualizó.
La sede, el otro enredo
En uno de los edificios deshabitados de la Plaza de la Libertad, ubicado junto al Idea y La Alpujarra, hay una valla gigante que indica que allí será la sede oficial de la “Universidad Digital”.
A pesar de eso, Montoya no precisó cuando llegarán a ocupar el espacio de manera definitiva, pues dependen de la respuesta de la curaduría urbana que está revisando las condiciones de la estructura y si puede ser usado o se deben hacer reformas.
Lo que sí aseguró el rector es que la edificación se destinará a salones de conferencias, funciones administrativas o encuentros con expertos, mas no a dictar clases.
Entre tanto seguirán trabajando en la sede de posgrados de la U. de A., en el barrio Guayabal .