Han pasado seis días desde el anuncio del cese de operaciones de la fábrica de Medellín y la planta de Barranquilla de Coltabaco, filial en Colombia de la Philip Morris International. La pregunta sobre qué va a pasar con los recursos, que para este año son 57.032 millones de pesos, que recibe el departamento por el impuesto al consumo de cigarrillos de producción local, prendió las alarmas de la Asamblea Departamental a la que pertenecen 26 diputados.
No solo preocupa qué va a pasar con ese dinero porque principalmente va destinado a programas para el sector salud e incentivar el deporte; también porque 40 % del tributo departamental al tabaco, que en total es 105.726 millones de pesos, está comprometido con el pago de la deuda del metro y de la construcción del tranvía de la 80.
De acuerdo con la Empresa Metro de Medellín, este es un escenario que aún está en “análisis financiero”.
Adriana Hernández Gil, secretaria de Hacienda de la Gobernación de Antioquia, le dijo a EL COLOMBIANO que la multinacional aseguró que tiene bodegas suficientes para que dichos ingresos no se vean afectados a 2019.
“Además, ellos están gravados por la comercialización, no por la producción y como lo van a seguir importando desde otros países, pues el tributo no se verá afectado”, agregó Hernández.
Desbalance en el recaudo
No obstante, es importante aclarar que la información disponible demuestra que el recaudó por el impuesto a los cigarrillos importados es menor al que se produce localmente.
Luis Peláez, diputado del Polo Democrático Alternativo, resaltó que de la transferencia total al departamento por impuesto al tabaco, 47.636 millones los aporta la producción extranjera, es decir, casi 10.000 millones menos.
En este sentido, con el cierre de la fábrica el recaudo provendría únicamente por el producto importado, pero desaparecería en 2020 el rubro que se le cobra a la producción nacional y que para el caso 2018 fue superior (ver Paréntesis).
“El problema es que el recaudo de los cigarrillos extranjeros es menor al que actualmente significa la comercialización de cigarrillos nacionales, por el alto contrabando”, destacó Peláez.
La razón del contrabando es que los costos de importación son mayores a los de producir una cajetilla a nivel local, por el impuesto al consumo de 25 %, los aranceles de importación y costos de transporte.
Este posible desbalance de un recaudo menor, pero con más importaciones, según el diputado, se daría por un alto contrabando y no se llegaría a recuperar la cifra similar a la del año pasado y, al contrario, el departamento perdería casi 35.000 millones de pesos en la nueva composición de las rentas del tabaco, según sus cálculos.
Entonces, si las rentas no llegaran a ser suficientes, el departamento deberá atender el pago de la deuda del metro como lo pactó desde otras fuentes, así lo consideró Adolfo León Palacio, exsecretario de Hacienda de Antioquia. “En ese evento, tiene que ajustarse para el pago de la deuda del metro y quitar otros intereses corrientes de libre destinación”, destacó.
También resaltó que esa sería una de las pruebas para la próxima Gobernación, ya que el presupuesto deberá armarse bajo otro supuesto.
¿Y el contrabando?
El exsecretario de Hacienda de Antioquia agregó que con un contrabando que llega a ser del 25 % en el país, según Invamer, calcular cuál es el porcentaje que finalmente aportará el impuesto por los importados es imposible.
“Gran parte de esa renta se va a perder con el contrabando y lo que ha demostrado el Estado es que no tiene buenos sistemas de control”, concluyó Palacio.